domingo, 11 de mayo de 2014

Once upon a time in Dubai I (cosas gratis)

Cuando estás en Dubai, te das cuenta de que es una ciudad por y para el dinero, la búsqueda de negocios es su principal motor, porque aquí, lo que se dice petróleo, hay, pero poco. La ciudad es un hervidero de congresos, actividades varias y exposiciones, y algunas de ellas son gratis.

 Que se sepa de momento hemos asistido a dos grandes eventos por la cara, el primero fue una exposición de coches antiguos de coleccionistas privados que personalmente me quitaron la respiración.

Algunos de los que me conocéis sabéis que de casta le viene al galgo y que en mi familia, ya sean las motos, o los coches, siempre ha existido un cierto gen que hace que las maquinitas nos gusten, no se ha desarrollado en todos, eso es cierto, pero en los que si lo ha hecho, ha venido con fuerza. En esta exposición pude ver y tocar esos coches con los que soñaba cuando era un enano, cuando coleccionaba las cartas de coches en las que te preguntabas por el peso, la potencia, la velocidad y los cilindros.

   Pude ver coches que sólo había visto en fotos, y en películas, desde el Ford Mustang, al más puro estilo Death Proff de Tarantino ...(courtesy of www.madness-us-cars.com/), 

...pasando por el Jaguar E-Type (XK-E) de 1961 que posiblemente sea el coche más bonito del mundo (En su lanzamiento Enzo Ferrari dijo que era el coche más bonito que se hubiera hecho nunca)
y si os fijáis en las fotos, pues creo que pocos coches de su época e incluso actuales mantengan el carisma y la elegancia de este coche, hasta el punto que sigue apareciendo en la publicidad a día de hoy como símbolo de clase...



...hasta llegar al momento friki al más puro estilo de los otakus japoneses, desde hace tiempo sigo una serie llamada Wangan Midnight del creador de Initial D y tambíén de Bari Bari Densetsu, Shuichi Shigeno, y por lo visto alguien en Dubai también siente predilección por estas series, a tenor de la replica perfecta y preciosa del Akuma No Zetto (El Z diabólico).



Pero el tema de las exposiciones no termina ahí, dos semanas después, en el mismo sitio, el Boulevard del Downtown, hicieron una exposición de iluminación que dejaba en bragas cualquier efecto luminoso visto anteriormente por mi, el tema iba desde proyecciones a los edificios a modo de video, como proyecciones sobre una película de agua, como árboles hechos de luces pasando por un dragón en un lago, vamos el goce.

Especialmente impresionantes estas tres que os pongo, la primera la de los haces de luz que rodeaban al Burj Khalifa haciéndole parecer todavía más grande y más impresionante.

Las otras dos, una pequeña muestra de lo que los watios pueden llegar a hacer si les aplicas la chispa adecuada como dijo aquél.

Vamos, que por lo que costó llegar hasta allí, que en España sería un riñón, por aquello de las distancias y eso, y el paseito que te das pues merece la pena pasarse por el centro de Dubai para poder ver, estas cosas que en casa pues no se suelen ver.

 Y con esto y un bizcocho, os dejo hasta la siguiente entrega, que será de cosas que hacer en Dubai y que no son gratis, pero merecen la pena.


viernes, 14 de marzo de 2014

De compras de comida por Dubai

Si hay un momento en el que te invade de verdad la morriña es cuando vas de compras de comida. Cuando estás trabajando pocas veces piensas en casa, cuando vas conduciendo no se te ocurre pensar en nada que no sea el taxi loco que se te ha cruzado o el zumbado con el del todo-terreno que te frena bruscamente, así que pasas la semana sin pena ni gloria, hablando con unos y con otros y regresando muy cansado a casa.





Los nombres de algunos productos hablan de su calidad
Pero claro, la comida se termina y es en ese momento cuando al ir al supermercado te das cuenta que los ingleses, los italianos, los franceses y casi cualquier hijo de vecino nos ha ganado la partida de la alimentación.

Encontrar productos españoles en los supermercados de los Emiratos es una aventura, hay varias cadenas importantes de supermercados aquí, a saber:  Spinneys, Choithrams, Geant y el Carrefour entre otros y en las múltiples visitas a muchos de ellos te das cuenta de que:

  1. Los supermercados de una misma cadena NO tienen los mismos productos
  2. Intentar que se repita un producto entre cadenas diferentes es IMPOSIBLE o casi.
Así, que ahí vas, entre mostrador y mostrador, intentando localizar los productos de la Marca España entre productos de cualquier país del mundo, y a veces tienes suerte, pero la gran mayoría de las veces no, o al menos no a un precio razonable.

Aceitito de Oliva Español, pero vinagre, Italiano
Y es en ese momento en el que piensas, joder, pero qué coño hago yo aquí, a tomar por culo de casa y donde ni siquiera puedo comprar unas puñeteras lentejas, o tomate frito, aquí donde cualquier puto arroz tiene nombres impronunciables o procedencias tan exóticas como Sri Lanka o Nepal.
Gracias a esto, mis desayunos YA SON OTRA COSA




Pero siempre hay excepciones, y es ahí donde los señores de Borges, Campofrío, Ortiz, y mi última gran adquisición las TORTAS de INES ROSALES, me alegran mis visitas a los supermercados.



Gracias Mr. Ortiz, es usted el puto amo
Ya me lo tomo como si de un Indiana Jones con carrito de compra me tratase, escudriñando cada pasillo, cada estantería, cada balda, cada producto, uno a uno, buscando mi tierra, buscando mi origen, buscando lo mío, porque seamos francos, aquí no hay más productos españoles supongo que por tema de aranceles, y también porque los españoles somos gilipollas, si tenemos técnicos buenos les jodemos el título no homologándolo a Máster, si tenemos productos buenos, les ponemos todas las putas trabas para que no puedan salir, y sobretodo se nos llena la boca con la Marca España, pero nadie hace una mierda para que nos conozcan, y los italianos y demás ya nos han llevado la delantera en todo, así que de momento a seguir buscando las pocas cosas que llegan.

lunes, 10 de febrero de 2014

De excursión por Dubai: El otro Dubai 2-2

Señales del otro lado
Nos habíamos quedado, si mal no recuerdo, en el otro lado de la orilla, allí dejamos atrás a las barcas choconas y nos pusimos manos a la obra para llegar a los dos zocos importantes, el del oro y el de las especias.

Sales a un calle en la que tienes un paso inferior para cruzar una calle de un ancho relativamente razonable, pero como el semáforo está preparado para Asafa Powell pues a veces compensa cruzar por arriba y otras compensa hacerlo por el paso al ritmo que quieras, eso si, no está pensado para sillas de ruedas ni nada por el estilo, ni una sola rampa allí.


Uno de los miles de millones de puestos
Te pones a caminar tranquilamente por las calles adyacentes y alcanzas el llamado zoco de las especias donde los vendedores casi te bombardean con sus productos y sus ansias de que compres algo, en especial el azafrán, que lo tienen en todos y cada uno de los escaparates de las tiendas. 
Los olores se mezclan y te entran invadiéndote y llenándote la ropa de esencias.
Vista del patio de la escuela y a la izquierda la torre de viento



Después de un rato de cotillear por tiendas, nos pusimos a callejear para localizar el mercado del oro, pero antes tuvimos tiempo de meternos en una de las primeras escuelas del emirato de Dubai, allí me enseñaron la utilidad de las torres de viento, que me recordó poderosamente a las trampas de viento de Dune, al tener un concepto similar, la idea es recoger el viento, impulsándolo hacia el interior de la vivienda, para refrescarla en los duros meses entre mayo y octubre.
Zoco del oro, en una calle que parece que no pueda tener nada de oro alli
Una vez terminada la lección en la escuela ya pudimos irnos hacia el mercado del oro, que no deja de ser como el de las especias pero con miles de tiendas donde te venden cadenetas de oro al puro estilo Camela o anillos enormes como el anillo más grande del mundo, digno del mismísimo ZEUS.
La entrada al zoco es una estructura de madera que no te hace presagiar lo que tienes dentro, pero sabes que hay algo allí cuando ves a los millones de inglesitos con su piel rosita y quemaditos del sol paseando con bolsas y moviéndose presurosos hasta alcanzar su objetivo.

Anillaco
También sabes que está cerca el anillo más grande del mundo por la cantidad de cámaras de fotos que comienzan a salir de las bolsas y que sacan fotos a rabiar contra un escaparate, la verdad es que no impresiona gran cosa, será que a mi el oro me da un poco igual, pero bueno, pongo la foto por si hay alguien al que le puedan interesar esas cosas.



Ya nos decidimos a volver y emprendimos la marcha hacia el zoco de las especias, nuevo paseo en las barcas choconas y vista de algo realmente impresionante, una motocicleta ambulancia, algo que creo que sólo se puede dar en un lugar como éste, donde las calles son enrevesados laberintos con miles de salidas y entradas y un perpetuo atasco, sobretodo a la salida de las mezquitas.

Y así termina nuestra primera visita al Dubai antiguo, o más viejo, o tradicional.

jueves, 30 de enero de 2014

De excursión por Dubai: El otro Dubai 1-2

Y vimos tiburones y sirenas y todas esas cosas
En Dubai hay miles de millones de excursiones y casi todas pasan por comprar, es una ciudad hecha por y para comprar, hay centros comerciales como el Mall of the Emirates o el Dubai Mall que entre la pista de esquí en uno y el acuario gigante en otro ya tienes para perderte allí por lo menos dos días, miles de tiendas de toda clase te esperan allí y es complicado no picar en algo, pero muy complicado, la verdad.
Por supuesto que sin tiros ni nada parecido
Pero lo que me apetecía contar como excursión seria es la visita al viejo Dubai, a ese que parece la pantalla del Call of Duty de Yemen, con su arena, su aridez y sus cables colgando por todos lados, esas tienditas y esos mercados donde te avasallan los vendedores



Aparcamiento y jardines cercanos con una vista de una fortaleza
La excursión nos llevó primero a la zona de aparcamiento cercana al museo de Dubai, lo cual ya fue una experiencia, porque encontrar aparcamiento en Dubai es como encontrar el Santo Grial. Con una explanada enorme y una recreación de lo que podría haber sido Dubai hace 70 años. La visión de aquella zona abierta y la fortaleza restaurada era evocadora y te hacía pensar en las épocas en las que los británicos andaban por aquí repartiendo estopa de la buena y aliándose con los clanes locales para gobernar este enclave.
Vista del puerto y de la otra orilla
Hay que caminar un poco hasta llegar a la zona cercana al puerto, donde por una miseria como un dirham cada uno se puede cruzar a la parte más antigua, y sólo el paseillo en las barcas choconas, porque si con los coches lo hacen mal, con esto es peor que no tienen ni frenos, pero volvemos al tema del puerto y el zoco que está al lado de él.

Calle del otro Dubai
Toda esta decadencia contrasta enormemente con la riqueza de la parte nueva, como ya dije anteriormente es como estar en otro país, en otra ciudad, y sin embargo aporta lo necesario para comprender este lugar. Dubai comenzó como un puerto que fundó la familia Al Maktoum al salir de Abu Dhabi y tomar posesión de las tierras. Pasó un tiempo ligeramente problemático bajo dependencia británica pero posteriormente y con la aparición del petróleo en 1960 comenzó a prosperar y con ellos los emiratos cercanos.


Uno de los muchos edificios del otro Dubai
Las vistas en esta zona son muy curiosas, y hay que reconocer que salvo la zona de influencia del dinero de Dubai, tanto Sharjah, como Fujairah presentan el mismo tipo de construcción con balconadas bastante tristes y con aires acondicionados a la vista de todo el mundo, pero es una zona con vida, todos los soportales son tiendas de especias, de mercados de barrio, y algunas de servicios y otras cosas, es un sitio que te permite ver un poco lo que pudo ser la vida aquí hace 20 años, es como si el tiempo se hubiera detenido.

Vista de las barcas choconas
Espero no reiterarme, pero es que de momento, y salvando la arquitectura demencial del Dubai del dinero, de las grandes autopistas, de las explanadas de arena inagotables, y de los superdeportivos, esta parte es la que nos está entusiasmando ya, si hay una zona a la que quiero llevar a la gente es ésta.

Seguimos por esta margen de la bahía, paseamos por un zoco donde los amables vendedores se empeñaban en hacernos pasar a sus tiendas de telas, de especia o de lo que fuera, al grito de "Italiano" "Español" "Sir" "Ma,am" o cualquier cosa que se les ocurra y casi tirando de nosotros hacia dentro, en esta ocasión no compramos nada, entre otras cosas porque también estábamos pendiente de pagar el piso y de ahorrar algo para amueblarlo, pero había algunas cosillas que en breve adornarán nuestra casa.

Las famosas babuchas y las postales son un fijo en cualquier país de corte árabe y los Emiratos no iban a ser menos, el colorido y el olorcete a cuero de estas babuchas es el tradicional y me recuerda mucho a unas que nos trajo mi madre de Tunez y que nunca me llegué a poner y creo que acabaron pudriéndose, pero no lo recuerdo bien
Caminando por esta zona, y viendo el reflejo en un edificio apareció uno de los mas bellos azulejos compuestos que pude encontrar, un edificio precioso perdido en mitad de la nada, o en mitad de todo, porque entre tanto edificio humilde parecía imposible que estuviera allí, y justo detrás de él una mezquita con una arquitectura peculiar y que nos liamos a sacarle fotos como si no hubiera un mañana.


Después y ya montados en las barcas choconas nos fuimos hacia la otra orilla, hacia el mercado de las especias y el mercado del oro, el trayecto por agua vimos con lo que mueven las mercancías de lado a lado, y digo con lo que mueven porque son barcos que dan miedo, y pensar en ellos totalmente cargados es cuando menos atroz, pero aquí están con sus colorines, con sus metales oxidados y con sus tripulaciones salidas de una novela de Emilio Salgari.

Y de momento, y cambiando de orilla, vamos dejando este pequeño-gran reportaje, hasta que tenga la inspiración de continuar por el otro lado, pero no se vayan todavía que aún habrá más.

شـــكــــراً

sábado, 18 de enero de 2014

Buscando Piso 2: La venganza

Me lo pedía el alma meterlo aquí
Después de la primera tanda de visitas a pisos, vino la segunda, y fue como una película de terror peor que la anterior.

La de la primera inmobiliaria ya nos dio por imposibles, y creo que después de la multa que nos cascaron por su culpa ya no le quedaron ganas de volver a contactar con nosotros, pero nuestro amigo indio no quería dejarnos escapar, y después de mentir como un bellaco en las zonas en las que nos enseñaba los pisos nos dijo que este maravilloso estaba por Arabian Ranches.



Cerca parece pero cerca no es
Lo único es que lo que parece que está cerca en Google Maps, no es así cuando vas y pegado a Arabian Ranches no estaba, estaba en Liwan (unos pequeños 12 km) en un descampado en plan la Barranquilla solo que sin el entorno de allí, que al menos algo de vida le daría.







Así que entre la desesperación y las risas flojas, fuimos a ver un piso recomendado por nuestro agente Jonathan, creo que es la primera persona a la que entiendo cuando habla en inglés, debe ser británico porque es como escuchar una grabación de las de Cambridge.
En un sitio que parecía un entorno propiamente europeo, con una piscinita en el medio y un gimnasio, y un poco pensando en que hacía falta tener algo ya y que aquello nos cuadraba pues nos lanzamos, allí había verde, habían perros, había gente paseando, y habían cafés y restaurantes, e incluso un lago.



Después llegaron los peros, que si la cocina es una mierda, que lo es, que si el frigorífico huele a muerto, que si el baño parece que ha sido utilizado para descuartizar a alguien, que si se escucha un poco el tráfico, y claro, llegó el bajón, ya se había pagado aquello y no parecía que tuviéramos soluciones, pero las hubo.
Llegó el señor Kapil, nuestro casero, que vino al rescate, este hombre nos va a pagar la limpieza y se ha mostrado muy favorable a cualquier cosa que le comentemos.       Los otros grandes héroes de esta historia son mis jefes, como todo en esta vida no puedes hacerte ideas preconcebidas, ahí estaban ellos maquinando para conseguirnos una cocina nueva y una lavadora, después de lo vivido anteriormente en mi vida, y aún a riesgo de saber que escupir para arriba no es bueno, tengo que decir que esto me ha tocado la fibra, y me ha sorprendido, para bien la verdad.
Así que pese a comenzar como una aventura e historia de Terror, lo hemos medio arreglado y ya vamos teniendo cosas para ir llevando, y aunque no estamos en Elysium vamos más o menos encontrando un hueco en esta ciudad complicada.

domingo, 5 de enero de 2014

El Desertor: Buscando Piso

Vista de unos de los miles de enlaces de camino
La búsqueda de piso es algo digno de mención en Dubai, la verdad es que mi experiencia es corta, pero intensa, de momento he visto 5 pisos, en tres zonas distintas, Dubai Marina, Jumeirah Lake Towers y Al Barsha, esperando que aparezcan nuevas zonas en los próximos días.




Rascacielos y más rascacielos

Las dos primeras son las que son supuestamente de las mejores zonas en las que vivir en Dubai, y puede que lo sean, pero desde luego no en donde nos enseñaron los pisos, las obras impedían un tráfico normal y el hecho de pensar en vivir entre polvo de obras, atascos y ruido pocas ganas teníamos de estar allí.


Ah.. ¿que no había dicho que habían rascacielos?



Otra cuestión aparte son los caseros,vimos el primer piso, en JLT, el primer casero era  un show, en un piso patera hacinados cerca de 5 indios, uno de ellos en muy malas condiciones en la cama que pretendían dejar allí, y un intenso olor a humanidad, curry y ocre.

El piso no estaba mal, todo hay que decirlo, pero desde luego no era lo que buscábamos por precio y estado de los muebles.


La eterna obra en Dubai
Nuestro segundo piso era en Dubai Marina, llegamos entre las obras de un rascacielos, un tranvía y un caos de tráfico, allí que aparqué por indicaciones de Janette, nuestra agente de búsqueda de pisos, y que se tradujo en entrar en un piso bastante bueno pero con un ruido insoportable, unas vistas a una preciosa cimentacion de muro y posteriormente una multa cortesía de la RTA, de forma que de momento nada de nada.



El tercer piso, en Dubai Marina también, tenía una OST basada en los miles de millones de coches que pasan y las obras del tranvía, así que de tres...nada.

Posteriormente y en plan desesperado, intentamos echarle un ojo a algo en Al Barsha, pero por lo visto, nuestra primera intentona iba de mal en peor, y ya no pudimos remontar el desánimo, el último edificio era un bloque algo viejo y descuidado y con una cocina en plan Cuéntame...

Así que a seguir en ello, como buen expatriado, a buscar un hueco donde meterse después de estar tiempo en un hotel, lo que es un coñazo importante.

miércoles, 1 de enero de 2014

El Desertor: La llegada

Edificios, Edificios y más edificios, ah y un metro
La llegada al Hotel te lleva a ver la tremenda y extrema arquitectura de Dubai, pasando por las interminables filas de rascacielos y la larga autopista del Sheikh Zayed Road con sus incontables enlaces, carriles y vías de servicio. En este sentido a mi me recuerda a una especie de ciudad tipo las de la Comunidad Valenciana, sobretodo en las afueras, donde se suceden incontables edificios industriales a cada lado de la carretera.

Vista de un permiso internacional

Si la idea es la de quedarse y no sólo venir de turista, es tu momento de empezar a gestionar tu visado de residente, recomendable a más no poder haber tramitado el Carnet Internacional de tráfico en España o Europa de cara a que por lo menos puedas conducir un coche de alquiler mientras estás en ello.
Lo siguiente es ir a una gestoría para que tus trámites vayan adelante, la empresa que te contrate te tiene que dar sus datos y en la gestoría les tienes que decir lo que vas a cobrar y tus datos personales, llevando fotos y pasaporte, el pasaporte tiene que tener al menos 6 meses por delante antes de caducar.


El terror de Le Corbusier
Con este primer paso te gestionan el E-Visa (employment VISA) y con él tienes que tramitar, con un paso previo en un Typing Center, tu visado posterior el bueno, el de residente, el que te permitirá tener tu casa en Dubai y poder tener una cuenta corriente en un banco de aquí, tener un permiso de conducir de aquí y lo más importante, poder alquilar una casa, porque sino es complicado, por no decir que es imposible.

La conducción por Dubai merece un punto a parte, es extremadamente complicada y a la vez es sencilla, lo primero que debe uno hacer es librarse de los prejuicios europeos, aquí es la ley de la jungla, y además va a haber ocasiones en las que el que la lía eres tu mismo, porque pensando que vas bien, te das cuenta de que tienes que cambiar 5 carriles para salir por donde debes, y eres tu el zumbado que cambia de carriles como quien cambia de chaqueta, en ese sentido, cuanto más grande o potente sea el coche mejor, ya que o te dan preferencia de peso, o simplemente te la ganas tu a base de caballos.
Preferencia de Peso y Potencia, ejemplo claro

Hay que tener mucho cuidado con las matrículas, si ves alguna con un número bajo, procura estar al doble de la distancia de seguridad de lo normal, y si te la hacen, ni luces ni pitidos ni nada, ellos que hagan lo que quieran, pero tu calmadito, sin hacer ruido, sin hacer nada, vas pasando y punto.

Los que si se vuelven locos con el pito y tal son los taxistas y algunos locales, que pitan al mínimo retraso de 10 milisegundos en salir con el semáforo verde, pero nada que no se haya vivido ya en Juan & Florez o en cualquier ciudad española.

Indicaciones sencillas y claras
El resto es procurar no perderse, los carteles están en dos idiomas, como se puede apreciar en esta foto, y es dificil saber cuando tienes que salir, porque lo que tu crees que es una vía de servicio puede ser una salida de un enlace, y tan pronto ves que tienes que salir como que te tocaba la siguiente, así que paciencia si sales mal, muy recomendable el uso de un GPS actualizado, cosa que en Dubai es complicado porque SIEMPRE están haciendo algo nuevo.