Si hay un momento en el que te invade de verdad la morriña es cuando vas de compras de comida. Cuando estás trabajando pocas veces piensas en casa, cuando vas conduciendo no se te ocurre pensar en nada que no sea el taxi loco que se te ha cruzado o el zumbado con el del todo-terreno que te frena bruscamente, así que pasas la semana sin pena ni gloria, hablando con unos y con otros y regresando muy cansado a casa.
Los nombres de algunos productos hablan de su calidad |
Pero claro, la comida se termina y es en ese momento cuando al ir al supermercado te das cuenta que los ingleses, los italianos, los franceses y casi cualquier hijo de vecino nos ha ganado la partida de la alimentación.
Encontrar productos españoles en los supermercados de los Emiratos es una aventura, hay varias cadenas importantes de supermercados aquí, a saber: Spinneys, Choithrams, Geant y el Carrefour entre otros y en las múltiples visitas a muchos de ellos te das cuenta de que:
- Los supermercados de una misma cadena NO tienen los mismos productos
- Intentar que se repita un producto entre cadenas diferentes es IMPOSIBLE o casi.
Así, que ahí vas, entre mostrador y mostrador, intentando localizar los productos de la Marca España entre productos de cualquier país del mundo, y a veces tienes suerte, pero la gran mayoría de las veces no, o al menos no a un precio razonable.
Aceitito de Oliva Español, pero vinagre, Italiano |
Y es en ese momento en el que piensas, joder, pero qué coño hago yo aquí, a tomar por culo de casa y donde ni siquiera puedo comprar unas puñeteras lentejas, o tomate frito, aquí donde cualquier puto arroz tiene nombres impronunciables o procedencias tan exóticas como Sri Lanka o Nepal.
Gracias a esto, mis desayunos YA SON OTRA COSA |
Pero siempre hay excepciones, y es ahí donde los señores de Borges, Campofrío, Ortiz, y mi última gran adquisición las TORTAS de INES ROSALES, me alegran mis visitas a los supermercados.
Gracias Mr. Ortiz, es usted el puto amo |