sábado, 18 de enero de 2014

Buscando Piso 2: La venganza

Me lo pedía el alma meterlo aquí
Después de la primera tanda de visitas a pisos, vino la segunda, y fue como una película de terror peor que la anterior.

La de la primera inmobiliaria ya nos dio por imposibles, y creo que después de la multa que nos cascaron por su culpa ya no le quedaron ganas de volver a contactar con nosotros, pero nuestro amigo indio no quería dejarnos escapar, y después de mentir como un bellaco en las zonas en las que nos enseñaba los pisos nos dijo que este maravilloso estaba por Arabian Ranches.



Cerca parece pero cerca no es
Lo único es que lo que parece que está cerca en Google Maps, no es así cuando vas y pegado a Arabian Ranches no estaba, estaba en Liwan (unos pequeños 12 km) en un descampado en plan la Barranquilla solo que sin el entorno de allí, que al menos algo de vida le daría.







Así que entre la desesperación y las risas flojas, fuimos a ver un piso recomendado por nuestro agente Jonathan, creo que es la primera persona a la que entiendo cuando habla en inglés, debe ser británico porque es como escuchar una grabación de las de Cambridge.
En un sitio que parecía un entorno propiamente europeo, con una piscinita en el medio y un gimnasio, y un poco pensando en que hacía falta tener algo ya y que aquello nos cuadraba pues nos lanzamos, allí había verde, habían perros, había gente paseando, y habían cafés y restaurantes, e incluso un lago.



Después llegaron los peros, que si la cocina es una mierda, que lo es, que si el frigorífico huele a muerto, que si el baño parece que ha sido utilizado para descuartizar a alguien, que si se escucha un poco el tráfico, y claro, llegó el bajón, ya se había pagado aquello y no parecía que tuviéramos soluciones, pero las hubo.
Llegó el señor Kapil, nuestro casero, que vino al rescate, este hombre nos va a pagar la limpieza y se ha mostrado muy favorable a cualquier cosa que le comentemos.       Los otros grandes héroes de esta historia son mis jefes, como todo en esta vida no puedes hacerte ideas preconcebidas, ahí estaban ellos maquinando para conseguirnos una cocina nueva y una lavadora, después de lo vivido anteriormente en mi vida, y aún a riesgo de saber que escupir para arriba no es bueno, tengo que decir que esto me ha tocado la fibra, y me ha sorprendido, para bien la verdad.
Así que pese a comenzar como una aventura e historia de Terror, lo hemos medio arreglado y ya vamos teniendo cosas para ir llevando, y aunque no estamos en Elysium vamos más o menos encontrando un hueco en esta ciudad complicada.

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